Diferentes tratamientos para diferentes tipos de dolor

Para algunas personas, momentaneo. Para otras un malestar duradero.

Este tipo de dolor puede ser debido a diferentes razones. Las siguientes son las principales:

Enfermedad degenerativa de disco:
La enfermedad degenerativa de disco (DDD) es una enfermedad común que generalmente no requiere atención médica porque sus síntomas no son lo suficientemente graves. Sin embargo, la enfermedad degenerativa del disco de la zona lumbar produce dolor intenso. Esto puede deberse a varios factores, como el desgaste o el trauma, la causa más común es una lesión de baja energía en el disco que progresa con el tiempo. El intenso dolor que se produce debido a esta afección se genera a partir de la inflamación y la inestabilidad anormal del micro-movimiento, que puede ser ambos o solo uno.

 

Hernia de disco:
Un disco herniado no es más que un problema con uno de los discos entre las vértebras que forman la columna vertebral. Un disco espinal tiene un núcleo blando encapsulado en un anillo más duro. Se produce una hernia de disco cuando parte de este núcleo se expulsa a través de una rotura en el anillo. Esto puede suceder en cualquier área de la columna y, dependiendo de la ubicación de la columna, puede causar dolor muy intenso, entumecimiento o debilidad en un brazo o pierna. Esto requiere tratamiento de control del dolor.

Lesión o trauma:
Una de las causas más comunes de dolor severo son las lesiones y traumas que pueden ocurrir debido a algún tipo de accidente y deben tratarse para evitar que se vuelvan graves y molestos con el tiempo. Los tipos más comunes de lesiones son contusiones, heridas, lesiones musculares, lesiones articulares y fracturas, siendo estas últimas las debidas a traumatismos. Cuando son graves, es importante que recibamos tratamiento para el dolor para que podamos mantener nuestra calidad de vida.

 

Tensión muscular:
La tensión muscular se asocia regularmente con el estrés y los síntomas a menudo son dolor de cabeza, dolor muscular crónico, contracturas e incluso espasmos musculares. Los dolores musculares regularmente afectan la mandíbula, la frente, el cuello, los hombros y la espalda. Para evitar condiciones serias, es necesario buscar un tratamiento que pueda ayudar a sobrellevar esta condición.

 

Nervio pellizcado:
Un nervio pellizcado es cuando se ejerce demasiada presión sobre un nervio por hueso, cartílago, músculo o tendón. Esto puede causar dolor, hormigueo, entumecimiento y debilidad. El tipo de dolor de esta afección suele ser muy intenso y se propaga hacia afuera, por lo que se necesita tratamiento para reducirlo.

 

Tumores:
Cuando un tumor crece, puede causar presión sobre los nervios, los huesos e incluso algunos órganos, y a veces el tumor puede liberar ciertos químicos que causan dolor severo. Se necesita tratamiento para ayudar a aliviar este dolor.

 

Radiculopatía:
Consiste en la lesión de uno o más nervios y sus raíces nerviosas, que cruzan la columna y pueden causar la aparición de síntomas como dolor, hormigueo, sensación de shock y debilidad de los miembros. El dolor de esta afección puede controlarse mediante un buen tratamiento.

 

Escoliosis:
La escoliosis consiste en una curvatura lateral de la columna de naturaleza estructural. Existen diferentes tipos de escoliosis y no todos tienen síntomas. Sin embargo, en los que lo hacen, los más comunes son el dolor de espalda y la sensación de tener una espalda cargada. Para este tipo de persona, el tratamiento del dolor es necesario para poder hacer frente a su condición de la mejor manera posible.

 

Síndrome Post-Laminectomía (PLS):
Esta condición es un tipo de dolor crónico que puede desarrollarse en personas después de una cirugía de columna. El dolor ocurre con mayor frecuencia después de que una persona tiene una laminectomía, que es la extracción del hueso en la parte posterior de las vértebras. Para aliviar este dolor, que puede irradiarse por las nalgas y las piernas, es necesario buscar un tratamiento.

Síntomas generales del dolor de cabeza y cuello

Uno de los padecimientos más comunes que tienen las personas es el dolor de cabeza. Aunque para muchos, es solo una molestia momentánea; para otros, es una molestia duradera que les impide continuar con sus actividades diarias. Por lo general, el dolor de cabeza está asociado con problemas de tensión, ya sea del cuello, la mandíbula y los músculos del hombro; Este tipo de tensión y dolor de cabeza está relacionado con la presencia de estrés, ansiedad, exceso de trabajo, falta de sueño o el consumo de bebidas alcohólicas.

 

Así como el dolor de cabeza es causado por la tensión, también puede ser causado por varias enfermedades, la más común de ellas es la migraña. Aunque muchas personas solo usan un medicamento, muchas veces, los dolores de cabeza pueden ser advertencia de un trastorno grave.

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Acompañado de molestias en la cabeza está el dolor de cuello, el cual se encuentra más asociado con el dolor muscular debido a una mala postura. El dolor en el cuello suele ser temporal, pero muchas veces este dolor, en casos de dolor crónico, puede generar debilidad en los brazos y entumecimiento en el área afectada. El dolor de cabeza y cuello comparten síntomas similares, que son:

  • Sensación de presión en el área.
  • Dolor punzante.
  • Dolor punzante.
  • Náuseas y vómitos.
  • Mareo.
  • Mala movilidad de la cabeza.
  • Rigidez en los músculos.
  • Espasmos.

Causas del dolor de cabeza y cuello

Cabeza

  • Por problemas relacionados con el estrés.
  • Cambios hormonales.
  • Factores genéticos.
  • Abuso de drogas.
  • Trastornos del sueño, ansiedad o depresión.
  • Por golpes o heridas.

Cuello

  • Tensión muscular.
  • Desgaste en las articulaciones.
  • Lesiones en la zona.
  • Enfermedades como la artritis reumatoide.
  • Hernias en las vértebras del cuello.

Tanto para el dolor de cabeza como para el de cuello, existen algunos tratamientos que pueden resolver el malestar que sienten las personas y que tanto afecta su bienestar. Es necesario enfatizar que muchas veces la medicina no es la solución para detener el dolor; en algunas ocasiones será necesario recurrir a los siguientes tratamientos, dependiendo del trastorno que presente la persona:

Tratamientos para el dolor de cabeza y cuello

Inyecciones de botox

Las inyecciones de toxina botulínica no solo se usan para atenuar la apariencia de las líneas de expresión, sino que también son un excelente tratamiento para calmar el dolor de áreas específicas, ya que adormecen y debilitan los nervios y músculos a su alrededor. Gracias a la parálisis temporal del músculo, la persona podrá sentir una mejora en el dolor que está experimentando.

 

Los especialistas que usan esta sustancia conocen la capacidad de la toxina botulínica, por lo que una vez que se localiza el área donde se origina, se administrará una terapia basada en inyecciones de botox para tratar el dolor crónico.

Bloqueos nerviosos maxilares mandibulares

El bloqueo de los nervios permite evitar la propagación del impulso de la fibra nerviosa. Esto se logra mediante la introducción de anestesia en las fibras indicadas, por lo que el bloqueo de los nervios maxilar y mandibular es muy utilizado en el momento en que se realizan las cirugías orales porque reduce las arritmias que el paciente puede tener. Por otro lado, cuando una persona tiene dolor severo en cualquiera de estas áreas este tratamiento es el ideal, pues ayuda a detener el dolor.

Bloqueo del nervio occipital

El bloqueo del nervio occipital es un anestésico que funciona correctamente en el momento de ciertas cirugías y cuando hay dolor presente en la cabeza y el cuello. Este tratamiento se compone de una inyección con analgésicos que se colocarán en los nervios occipitales, justo debajo del cuero cabelludo en la parte posterior de la cabeza. Este tratamiento se usa cuando hay dolor crónico en el área o por la presencia de dolor de cabeza cervicogénico. Se ha observado que, al implementar esta técnica, es posible reducir los síntomas causados ​​por esta enfermedad.

Bloqueo del nervio esfenopalatina

Esta técnica se usa generalmente en casos de cirugía o para la presencia de dolor crónico. El bloqueo nervioso permite bloquear las fibras sensoriales y extender la duración de la falta de dolor. Para llevar a cabo este bloqueo, generalmente se utilizan tres técnicas: transnasal, transoral e infracigomático. El método a utilizar dependerá mucho del especialista y de las necesidades del paciente.

Bloqueo del nervio supraorbitario e infraorbitario

El bloqueo del nervio infraorbitario se realiza en pacientes que presentan neuralgia infraorbitaria, donde la persona sufre de dolor constante y sensación de ardor. Se elige un bloqueo cuando los medicamentos no han hecho su trabajo, por lo que el uso de esta técnica, con varias sesiones, disminuye el dolor. En cuanto al bloqueo del nervio supraorbitario, este procedimiento se realiza cuando hay neurologías en partes del área frontal de la cara, en el párpado superior y en el seno frontal. Para la infiltración de la sustancia, se busca el agujero supraorbitario y se deposita el anestésico.

Bloqueo del ganglio trigeminal

El nervio trigeminal se encarga de enviar señales desde la cara al cerebro, por lo que aquellos pacientes que sufren de neuralgia del trigémino generalmente presentan dolor intenso con cualquier actividad que implique el uso de manipulación en la cara, como o tal vez la higiene bucal. Para aliviar el dolor, se puede elegir el bloqueo selectivo, pero debe ser realizado por un anestesiólogo especialista.

Ablación por radiofrecuencia del ganglio trigeminal

Para mejorar los resultados del tratamiento anterior, se puede elegir el uso de radiofrecuencia, que reducirá significativamente el dolor causado por la neuralgia del trigémino. Esto se debe a que las ondas de radiofrecuencia neutralizan el dolor, por lo que puede usarse en pacientes que no tienen dolor crónico. Si el malestar es intenso, primero se realiza un bloqueo y luego la radiofrecuencia.

 

El dolor de cabeza y cuello puede ser la causa de diferentes trastornos, por lo que si el dolor persiste y no se alivia con la ayuda de medicamentos, será necesario acudir a un médico para que el especialista pueda recomendar el tipo de tratamiento que debe someterse.

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